Hoy celebro que
hace 21 años un alma maravillosa, un hermoso ángel decidió venir
por algunos meses a nuestra familia a enseñarnos algo, a unirnos
enormemente y a dejar sentado en esta familia que la presencia de
todos en indispensable.
Que cada uno de los
integrantes de esta familia, son piezas claves e importantes para los
otros integrantes.
Dice una historia
que en el país de las almas, nos observan para escoger si regresan
a la tierra a vivir, para aprender o enseñar algo.
Entonces cada alma,
escoge después de haber visto la vida, las carencias y las luchas de
la vidas de los que serán padres, y ellos dicen “quiero nacer
ahí”, entonces los llevan al Rio del Olvido, pues
no pueden venir con recuerdos para que vivan la experiencia, y puedan
hacer uso de su libertad de elección.
Este precioso ángel que vino a nuestra familia y
que nació en este día hace 21 años, nos enseñó el valor de la
vida, la lucha por la misma. Nos enseño, que no hay amor más
desprendido, que unos padres que ante una elección muy dolorosa,
deciden que prefieren el dolor de la ausencia, a el dolor de un ser tan
vulnerable.
Hoy no quiero centrarme en el dolor, de no verlo
más, hoy quiero centrarme agradecer, por haber asomado
por un momento su carita, para darnos la oportunidad de conocerlo y
hacernos saber que Él está aquí por siempre y para siempre, que
nos acompaña a nosotros y a sus hermanos, que es una presencia
maravillosa y consoladora y que cada que siento como un roce en el
pelo, como siento su abrazo reparador en mis momentos de soledad y
tristeza, es un maravilloso bálsamo para mi corazón.
Hoy quiero honrar su presencia, y darle las
gracias por habernos escogido como padres, y por habernos regalado el
tiempo que decidió estar entre nosotros, haciéndonos muy
felices...y regalándonos también la oportunidad de conocer la
compasión ante el dolor y el amor de los padres ante las grandes
separaciones.
Hoy te invito un café y un pastel, para celebrar
la vida, para celebrar el amor.....para hablar de ángeles....