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jueves, 9 de febrero de 2017

Todavía me abrazas... (tomando café con Elisabeth Kübler-Ross)


“Mi tarea verdadera…consiste en decir a los hombres que la muerte no existe”.
 Elisabeth Kübler-Ross

En una profunda reflexión sobre lo que pienso de la muerte, a un año, de la No presencia física de mi madre, he estado leyendo mucho de ello. Y mi cabeza preguntando a mi corazón ¿ y tú…. que realmente sientes que es la verdad sobre éste paso de la vida…. llamado muerte? y decidí tomar un café con una persona que dedicó una parte de  vida a investigar científicamente esta etapa de la vida…. LA MUERTE.  Elisabeth Kübler-Ross


-"Es importante que la humanidad lo sepa, pues nos encontramos en el umbral de un período muy difícil…en todo el planeta Tierra…Es necesario que lo sepáis, pero que no tengáis miedo. Sólo abriéndonos a la espiritualidad y perdiendo el miedo llegaréis a la comprensión y a revelaciones superiores. A esto podéis llegar todos…Aprended a tomar contacto con vuestro ser profundo y aprended a desembarazaos de cualquier miedo.

Una manera de no volver a tener miedo es saber que la muerte no existe y que todo lo que nos sucede en esta vida sirve para un fin positivo…El cuerpo físico no es más que una casa...el “capullo de seda”…Cuando llega la muerte abandonamos el capullo de seda…

…Al liberarse de ese capullo de seda, se llega a la segunda etapa, la de la energía psíquica…advertiréis enseguida que estáis dotados de capacidad para ver todo lo que ocurre en el lugar de la muerte…,el “muerto” –si puedo expresarme así- se dará cuenta también de que se encuentra intacto nuevamente. Los ciegos pueden ver, los sordos o los mudos oyen y hablan otra vez…Podréis comprender que la experiencia extracorporal es un acontecimiento maravilloso, que nos hace sentir felices…os dais cuenta también de que nadie puede morir solo…Después…se toma conciencia de que la muerte no es más que un pasaje hacia otra forma de vida…Puede tratarse de un túnel…Después, cuando habéis realizado este pasaje, una luz brilla al final. Y esa luz es más blanca, es de una “claridad absoluta”…Frente a esa luz, os dais cuenta por primera vez de lo que el hombre hubiera podido ser…os dais cuenta de que vuestra vida aquí abajo no es más que una escuela en la que debéis aprender ciertas cosas y pasar ciertos exámenes…

Volviendo a ver como en una revisión vuestra propia vida, ya estáis en la tercera etapa…Conocéis exactamente cada pensamiento que tuvisteis en cada momento de vuestra vida. Conocéis cada acto que hicisteis y cada palabra que pronunciasteis…

Quisiera aseguraros que estar sentados a la cabecera de la cama de los moribundos es un regalo, y que el morir no es necesariamente un asunto triste y terrible. Por el contrario, se pueden vivir cosas maravillosas y encontrar muchísima ternura.

La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo, y en el que se tiene la posibilidad de continuar creciendo. La única cosa que perdemos en esta transformación es nuestro cuerpo físico, pues ya no lo necesitamos. Es como si se acercara la primavera, guardamos nuestro abrigo de invierno, sabiendo que ya está demasiado usado y no nos lo ponemos de todas maneras. La muerte no es otra cosa.

En el momento de la muerte vivimos la total separación de nuestro verdadero yo inmortal de su casa temporal, es decir, del cuerpo físico. Este yo inmortal es llamado también alma o entidad..Desde el momento en que dejamos nuestro cuerpo físico nos damos cuenta de que no sentimos ya ni pánico ni miedo ni ansiedad. nos percibimos a nosotros mismos como una entidad física integral…Reconocemos muy claramente a las personas que forman parte de un equipo de reanimación …oímos las discusiones de las personas presente... conocemos sus pensamientos…

El cuerpo que ocupamos pasajeramente en ese momento, y que percibimos como tal, no es el cuerpo físico sino el cuerpo etérico…Si nos hubiese sido amputada una pierna, dispondremos de nuevo de nuestras dos piernas…Los niños y adultos nos hablan de la presencia de seres que les rodean, les guían y les ayudan en el momento de su salida del cuerpo…Somos siempre recibidos  por aquellos que nos precedieron en la muerte y que en otro tiempo amamos…

Después de abandonar nuestro cuerpo físico…nos encontramos en una existencia en la que no hay ni tiempo ni espacio y podemos desplazarnos intensamente donde queramos…”

(Extractos del libro de Elisabeth Kübler-Ross “La muerte: un amanecer”, Editorial;  Luciérnaga)

  • Cuéntanos una experiencia: 

Thomas Benedict: es un artista sobre vidrios de colores que en 1982 y a causa de un tumor cerebral tuvo una muerte clínica que duró más de una hora y media; Según el Dr. Kennet Ring “su historia es una de las más notorias de entre las que he tenido conocimiento en el curso de mis amplias investigaciones sobre las experiencias cercanas a la muerte”. He aquí lo que él mismo nos cuenta de su experiencia…

“En 1982 me morí de un cáncer terminal. Mi caso era inoperable y cualquier tipo de quimioterapia que pudiesen darme tan sólo me haría ser aún más vegetal. Me dieron de seis a ocho meses de vida…

Lo siguiente que recuerdo es el comienzo de una típica experiencia cercana a la muerte. Súbitamente, me encontraba totalmente consciente y de pie, pero mi cuerpo seguía en la cama. Había aquella oscuridad a mi alrededor. Era tan vívida, que podía ver cada habitación de la casa, podía ver el techo de la casa, podía ver los alrededores de la casa, podía ver por debajo de la casa…

Había esta Luz brillando. Me volví hacia la Luz…, era muy parecida a lo que tantos han descrito en sus experiencias cercanas a la muerte. Era tan magnífica. Es tangible. Se la puede sentir. Es atractiva…Cuando empecé a moverme hacia la Luz, supe intuitivamente que, si iba hacia ella moriría…Tú controlas tu experiencia de vida tras la muerte…La Luz continuaba transformándose en diferentes figuras, tales como Jesús, Buda, Krishna, mandalas, imágenes arquetípicas… Cuando la Luz se me reveló a si misma, me hice consciente de que lo que estaba viendo en realidad era la matriz de nuestro Yo superior…Se me apareció muy claramente que todos los Yo Superiores están conectados a un solo ser…

Quería en verdad saber lo que es el universo…Entonces la Luz se transformó en la cosa más hermosa que he visto jamás: un mandala de almas humanas en este planeta…, vi cuan hermosos somos todos en nuestra esencia…Entré en otro reino, más profundo que el último…Era una enorme corriente de Luz, vasta y plena, profunda en el corazón de la Vida…La Luz respondió: “Este es el Río De La Vida”…La luz lo sabía todo sobre mí…

Pedí ver el resto del Universo…Súbitamente, parecí propulsado lejos de este planeta en esta corriente de Vida. Vi  la tierra volar a lo lejos. El sistema solar, en todo su esplendor, pasó zumbando y desapareció…Más rápido que la velocidad de la luz, volé a través del centro de la galaxia, absorbiendo más conocimiento al pasar…Vi muchos mundos…¡…no estamos solos en el Universo!...¡…Me di cuenta de que, a medida que la corriente se expandía, mi conciencia también se expandía hasta englobar cada cosa del Universo!. Toda la creación pasó por mi…

En este punto me encontré en una calma profunda, más allá de todo silencio. Podía ver o percibir PARA SIEMPRE, más allá del infinito. Estaba en el Vacío…en la pre-creación, antes del Big-Bang. Estaba en el Ojo de la Creación…podía experimentar toda la creación generándose ella misma…era uno con la Vida y la Conciencia Absolutas…El Big-Bang es sólo uno de un infinito número de Big-Bang creando Universos simultáneamente y sin fin…Vi que toda y cada pequeña pieza de la creación tenía el poder de crear…El Vacío es el cero absoluto; caos formando todas las posibilidades…no es un vacío. Está tan repleto de energía…que ha creado todo lo que somos…todo es vibración…, la creación es Dios explorando el Ser de Dios de cada manera imaginable…La Divinidad es más que la Vida y la Muerte…

Quise volver  a esta creación…Pasé por el centro de nuestra galaxia que es un agujero negro…Todo está hecho de luz, incluso las piedras…Pude oír la Música de las Esferas…La Luz me explicó que la muerte no existe; somos seres inmortales; ¡Nosotros ya hemos estado vivos desde siempre!..

Todas mis preguntas habían sido contestadas. Cada humano tiene una vida y un conjunto diferente de preguntas que explorar…cada uno de nosotros está explorando esto que llamamos vida de un modo único…

Volvía a casa…Por primera vez, pensé en mi mismo como humano y era feliz de serlo…ser la parte humana de Dios…eso es la bendición más fantástica…siguió siendo una gran sorpresa estar de vuelta en este cuerpo, de vuelta en esta habitación con alguien inspeccionándome, llorando a lágrima viva, era mi cuidadora…

Unos tres meses más tarde…me hice escáneres y todo lo demás…Recuerdo al médico de la clínica mirando los escáneres de antes y de después, diciendo: “Bien, aquí ahora no hay nada” Yo dije: “Realmente debe ser un milagro”. El dijo:”No, estas cosas pasan; se les llama remisión espontánea”…Pero ahí había un milagro, y yo estaba impresionado, aunque nadie más lo estuviese”

(Extracto de la descripción que el mismo Thomas Benedict hizo de su experiencia. Fuente: Internet)

Hoy te invito a compartir nuestro café con ellos, los que ya se encuentran en otro estado, y sin ropas viejas que los aten….esas personas que desde un amor infinito y omnipresente que sólo ellas entienden al saberse ya parte de un amor creador, nos abrazan y nos consuelan, pero que por  nuestra limitada mente física no escuchamos dejando de percibir esa presencia amorosa. 

Te invito a sólo cerrar los ojos y dejarte abrazar  por ellos, los que nos aman, los que nos acompañan y los que esperan pacientemente que aprobemos la asignatura pendiente en este plano.


Buena travesía….. buen aprendizaje!!!…. Gracias por la vida mamá…. 

M. Patricia Garza A.
Terapeuta/Coach
www.unplanb.com.mx



Cuando decimos adiós...

  La muerte hace que afloren nuestros peores miedos para que nos enfrentemos a ellos de una forma directa. La muerte nos ayuda a vislumbrar ...