El amor
viviente es amarte primero, para que puedas
amar a otros.
Es cuidarte primero, para que puedas
cuidar a
otros. Es hacer las cosas que sean buenas para ti,
para que seas
feliz, sano y que sea un deleite estar contigo.
John Roger
Nuestra
alma elige los padres y las circunstancias de nacimiento por razones muy
precisas. Venimos a experimentar una serie de vivencias para sanar una serie de
heridas y así integrar la personalidad con el alma. Venimos a aprender a
aceptar y amar incondicionalmente partes de nosotros que hasta ahora han vivido
ignoradas y con miedo.
Somos
atraídos hacia padres con heridas como las nuestras para recordarnos qué hemos
venido a amar. Aprender a aceptar nuestras heridas es aprender a ser
responsables y a amarnos incondicionalmente, y esa es la llave para la
transformación y la sanación del alma.
¿Te
has dado cuenta que cuando acusas a alguien de algo, esa persona te acusa a ti
de lo mismo?....Revisa con la otra persona y aparte de sorprenderte, verás cómo
te liberas de juicios.
No
aceptar nuestra herida, sentirnos culpables, con vergüenza o juzgarnos, es
atraer circunstancias y personas que nos harán sentir no aceptados. Reconocer
la herida no significa que nos guste, significa que, como seres espirituales
que elegimos vivir la experiencia humana, nos permitimos experimentar esa
herida sin juzgarnos y aprender de la vivencia. Mientras haya miedo, hay herida
y hay un juicio o creencia que bloquea su sanación..... Cuando aprendemos a
aceptar nuestras heridas estamos desarrollando el amor...
La
sanación se produce totalmente cuando nos aceptamos a nosotros. El perdón hacia
uno mismo es lo que finalmente nos sana y para eso hay que aceptar
que uno mismo es responsable de lo que ocurre y asumir que ha acusado a otros
de hacer lo que uno mismo hace a los demás.
En
el fondo, todos somos humanos y aceptar nuestras limitaciones es lo que nos
hace humildes y nos permite descubrir nuestra herencia divina.
Las
cinco heridas del alma más comunes son:
Ø El
rechazo
Ø El
abandono
Ø La
humillación
Ø La
traición
Ø La
injusticia
(Resumen
del libro de Lise Burbeau)
No necesariamente tenemos las cinco
heridas juntas, tu podrás identificarte cual alguna de ellas. Con humildad y
sinceridad cada cual puede reconocer sus heridas. Reconocer nuestra limitación
humana es el primer paso en el proceso de sanación. Si nos cuesta identificar
nuestras heridas es porque nos ocultamos tras una máscara, que usamos para no
ver ni sentir esa herida....
Hoy en nuestro café, te
invito a mirarte en los ojos de esa persona que te saca de tus casillas, o con
la cual te sientes un poco incómoda, quizás te ayude a identificar las heridas que llevas en tu interior....que
tengas un día muy bello....siguiendo con maravillosos regalos.... y mirando los
milagros diarios.