Pensaba en la confianza ciega que
tenemos a nuestros padres cuando somos pequeños, por eso la
responsabilidad es grande cuando educamos y preparamos a seres
humano.....seres de luz; a ser luz para otros....pues podemos decir
muchas cosas.....pero el ejemplo es realmente con nuestro
actuar....en todo... cosas importantes....cosas cotidianas.....
Les comparto este cuento
maravilloso....hablando de la confianza que un hijo tiene al
padre.....como nosotros....cuando hemos madurado y entendido o
asumido nuestra parte creada desde lo divino, esa plena confianza en
nuestro Padre-Madre.....en sus decisiones......en su apoyo....en su
cuidado....en su omnipotencia y omnipresencia....en el saber que pase
lo que pase.....nunca estamos solos.....siempre nos sustenta con su
presencia... en el corazón espiritual....
Una vez, un señor abordó un avión
para viajar a Nueva York. Un niño entró buscando su asiento y se
sentó al lado suyo. El niño era muy educado y pasó el tiempo
coloreando en su libro de pintar.
No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De momento una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.
¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma?... Hasta que una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora”, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dice: …. “Mi padre es el piloto”.
A lo largo del camino nos vamos a encontrar con sucesos que nos sacudan como en una turbulencia. Habrá momentos en los que no veremos el terreno sólido y nuestros pies no pisarán lugar seguro. No veremos dónde sostenernos, estaremos inseguros. En esos tiempos hay que recordar que nuestro PADRE es el piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador.
Así que la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, CONFÍA y di para ti mismo:
No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De momento una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.
¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma?... Hasta que una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora”, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dice: …. “Mi padre es el piloto”.
A lo largo del camino nos vamos a encontrar con sucesos que nos sacudan como en una turbulencia. Habrá momentos en los que no veremos el terreno sólido y nuestros pies no pisarán lugar seguro. No veremos dónde sostenernos, estaremos inseguros. En esos tiempos hay que recordar que nuestro PADRE es el piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador.
Así que la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, CONFÍA y di para ti mismo:
¡Mi Padre es el piloto!
Que tengas un lindo día.
Dios te bendiga.
Anónimo.....
Que este día, sea
de confianza plena en tu proyecto de vida....en el camino......en el
andar tuyo de regreso al hogar....que hoy como un hijo
confiado.....recuerdes quién es el piloto.....y recuerdes también
que cuentas con el cuidado amoroso de unos sobrecargos presentes
siempre.....aunque tu no los quieras ver.....ellos ahí están.....en
el momento que quieras hacerlos presente y darles el permiso para
intervenir....y ayudarte cuando te sientas desfallecer.....nuestros
ángeles......que este día tomando café......hagas consciente esa
caricia amorosa en tu cabeza....en tu mejilla.....esa sensación que
siempre hay alguien a tu espalda para no dejarte caer......hoy sé
libre.....se feliz.....y ten la certeza....que pase lo que
pase.....no estás solo.....está su energía, su amor....su presencia de luz.....su PRESENCIA.....no lo olvides.....siempre ESTÁ.....solo ve y siente desde tu alma....desde tu corazón.....y sobretodo CONFÍA....
"Podrás estar solo físicamente, pero nunca estás solo
espiritualmente. Cuando alcanzas los planos superiores
de conciencia, a las zonas positivas del espíritu, tendrás
conocimiento de tu unidad con todo y todos.
no hay separación"
John Roger