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domingo, 26 de agosto de 2018

¿Es Amor o apego?







“Cada relación ha tenido su sentido: 
desde 
aquel inocente y apasionado primer amor, 

hasta la actual relación.
 En realidad, ni ha faltado 
ni ha sobrado nada.
 Cada instante vivido de expansión
 y contracción, de alegría y tristeza o de ilusión 
y desengaño, han contribuido a nuestro 
actual nivel de auto-conciencia.”





Uno de los principales temas en los procesos que tengo el privilegio de acompañar; es el amor y las relaciones en pareja, y la pregunta es: ¿amor o soy co-dependiente? en estos tiempos, que se  dice  “deja fluir” (traducido, a no luches pues todo hay que conseguirlo con el mínimo esfuerzo o todo se arreglará como por arte de magia)  también las relaciones de amor se convierten en un dejar fluir, ¿“problemas en el paraíso”? suelta y ve a lo que sigue o al que sigue next!!... y viene la confusión.

Lo he constatado viendo una serie, que está “muy de moda” La casa de las Flores;  con un final completamente inesperado, que honra el principio de las relaciones llevando al espectador a la consciencia, cuando la protagonista le dice a su hija, -no pierdas por segunda vez a tu familia, lucha por el amor de tu vida...  es un modelo de vida que nos hace reír, cuando yo realmente sentí un golpe en el estómago al mirar cuantos errores cometemos en nombre del amor, o pensando que las relaciones eso son, no funciona a la primera deja fluir... sin poner resistencia, y enfócate en lo que sigue;  como si de una ropa usada se tratara... o bien aférrate hasta con los dientes aunque vaya de por medio tu integridad física, emocional o espiritual.

Pero... ¿ es amor? ... o ¿co-dependencia?

La definición que tenemos sobre el amor ha sido influenciada por varios estímulos y creencias culturales. Muchas personas piensan que amar es igual a poseer, a saber que la persona con la que están les corresponde exactamente de la misma manera en que ellos esperan. En realidad esta creencia afecta lo más importante en una relación: el amor. Por eso, queremos compartir contigo 3 consejos para practicar el desapego en tus relaciones.

Equilibra lo que das con lo que eres
En una relación es agradable sentir que el otro hace cosas por nosotros, así como dar parte de lo que somos. Sin embargo, para evitar la co-dependencia y el apego, es importante equilibrar lo que queremos aportar y compartir con alguien con lo que preferimos reservar para nosotros mismos. Por ejemplo, no dejes de hacer tus actividades preferidas por salir con alguien y no hagas nada que te haga sentir incómodo sólo porque el otro piensa de forma distinta ti. Al mismo tiempo, sé tolerante con el tiempo y las ideas del otro.

Aprende a querer en el presente
Centrar la mente en el presente es una de las bases de la filosofía budista. Si esto se aplica al amor, se puede disfrutar de lo que se vive sin esperar nada del futuro (por ejemplo, imaginar que se pierde a alguien) ni guardar rencores por el pasado (como una pelea concluida). Esto hace que el amor fluya de forma natural y que puedas disfrutar cada momento con mayor intensidad. Sin miedo a lo que podrá ser, el amor no tiene apego.  

Evita los juicios
La mayoría de los miedos se fundamentan en juicios que parten del ego. Por lo tanto, no son reales. Cuando inicies una relación con alguien, evita emitir cualquier tipo de juicio. Simplemente aprende a recibir lo que el otro aporta y, con calma, identifica si te sientes bien con eso o no. Cuando proyectamos ideas que están en nuestra mente sobre el otro, podemos crear relaciones de apego que no se basan en un cariño sincero.
Sentir cariño por una persona modifica en varios sentidos la forma en que nos relacionamos con la misma. Las dinámicas cambian: pueden frecuentarse más seguido, comunicarse con mayor intimidad que con otras personas o acompañarse en diversas situaciones del día a día.

No obstante, puede suceder que la atracción se tergiverse y se convierta en apego, en un deseo por estar con alguien que sea tan fuerte que provoque la sensación de dependencia, de no poder ser feliz sin su presencia. Y aunque este proceso se ha normalizado en nuestra sociedad, resulta dañino para ti y para los demás y es recomendable aprender a evitarlo. Te contamos por qué.

Para empezar, el apego tiende a manifestarse a través de conductas perjudiciales para la templanza personal como posesión, celos, ira, manipulación y en algunos casos, incluso violencia. También suele sentirse tristeza y vulnerabilidad ante la posibilidad de una pérdida. Este tipo de sensaciones paralizan y dificultan el desarrollo personal y en sociedad. No vale la pena perder el conocimiento y control sobre nuestros pensamientos por el apego.
Además, el apego dificulta el flujo de las verdaderas personalidades y las parejas difícilmente podrán conocerse a fondo si existen todos estos juicios de por medio. ¿Puede alguien ser como realmente es, si sabe que su pareja lo tiene en la mira constantemente? ¿Sentirse intimidado es alentador para querer y abrirse ante alguien? Lo mejor es saber que el otro nos acepta y respeta como somos, pues así podremos llegar a una conexión profunda.

El apego no se sustenta en lo que sientes por una persona, si no en lo que asumes que eres o tienes con ella. Muchas veces esto implica generar expectativas que suelen basarse en el ego, pero que no tienen un sustento en algo real. Es mejor querer sin esperar determinadas reacciones a cambio.

El desapego no significa que quieras menos a una persona, ni demuestra que no te importa. Simplemente es una actitud saludable de relacionarte con los otros sin perder de vista tu propio bienestar y el de los demás. Una relación que tiene su base en el amor y no en el ego podrá florecer mejor. Es así que el desapego es, contrario a lo que suele pensarse, una potente forma de compromiso. El amor verdadero no requiere del apego para fluir.

Hoy te invito a reflexionar en ¿porqué se pone de moda posiciones tan importantes como es el compromiso, las relaciones de amor en el orden sano, la familia, la integridad, la honestidad?. Y nos compramos frases hechas y no solamente las decimos, sino que las integramos a nuestra vida. Y dejamos de lado la conciencia, y no hablo en forma religiosa o social, sino esa conciencia que a cada ser humano nos sirve de auto-regulación, dónde no importa lo que se diga,  yo siento cuando es “bueno” o no para mi, cuando siento en la piel que estoy  haciendo lo correcto o no. Independientemente si este tan de moda “tu haces tu realidad” o “déjalo fluir”...

Ese Sabio Interior que cada uno poseemos, y nos olvidamos que ahí está... La consciencia.



M. Patricia Garza Alejo
Coach/Terapeuta/Counselor




viernes, 24 de julio de 2015

Asomándome al pasado... en busca de la felicidad...

"Cuando me siento confundida, doy una mirada al pasado, eso me mantiene
 centrada; con el corazón en libertad y con los pies en la tierra."
                                                                           Patricia Garza

Hace poco escribía a alguien a quién amo profundamente, diciéndole cuanto la amaba desde mi libertad, y no desde el "deber ser" ni desde el deberle algo, honrando profundamente su presencia en la mía, y honrando también lo que mi presencia en la suya le haya aportado, pues desde nuestra relación igualitaria, el cariño y el dar es de ida y vuelta, y así las dos a nuestra vez honramos a aquellos que nos dieron la vida, y que nos ofrecieron su 100% para que nosotros simplemente vinieramos a ésta.

La vida que compartimos, ha estado llena de aventuras y desventuras, de aprendizajes y crecimientos, y cada una desde el momento de tomar sus propias decisiones, optamos por cargar lo positivo o no, y ahí es cuando muchas veces desde mi perspectiva, se va perdiendo un poco la conexión, cuando optamos por vivir y enfrentar la vida desde los opuestos. No es que alguien esté bien o esté mal, simplemente escogimos caminos diferentes de integrar lo que la vida nos presenta.

Muchas veces al querer tener la razón de nuestra apreciación en particular como la válida, se va formando una brecha enorme..... pues es como si de una misma situación o momento de vida, nos hubiéramos ido a los opuestos para que desde ahí la vida, vaya adquiriendo un significado completamente diferente,  y al no conciliar las versiones de vida empezamos a exigirle al otro empiece a ver la vida como nosotros la vemos, pensando que sólo ese punto de vista el "MIO" es el que importa y es el que YO validando, decido sea: "EL VERDADERO".... y dejo de validar y respetar el punto de los demás.

He estado en un Taller llamado Educando en Equilibrio, donde, desde la compasión esta la premisa maravillosa, de que TÚ al igual que YO solamente queremos ser felices.... por lo tanto es un punto de encuentro tan fuerte y maravilloso que desde ahí podemos conciliar tantas cosas, ya que, no necesariamente mi felicidad, es la tuya, ni tu forma de ser feliz me hace feliz a mi, pero también es cierto que, sabernos cercanos, que sabernos que pase lo que pase y aún con nuestras diferentes formas válidas por demás, de ver la vida, tenemos un punto de encuentro que es: SER FELICES.

Y está el amor, ese que desde mi Libertad te ofrezco, porque así lo decido y lo quiero, aunque pensemos diferente, puedo ser una persona muy difícil para ti, pero eso no implica que te quiera menos, puedo ser una persona, que te ofende mi forma positiva de ver la vida, pero eso no resta el vínculo creado hace tantos años cuando la vida nos dio la oportunidad de compartir vivencias que nos hicieron crecer y madurar rápidamente...

Sólo sé que te quiero por que si, sin explicación, ni justificación, pero desde mi Libertad de pensar como pienso y de ver la vida con los lentes que escogí ver, y que no resta a ese amor, que tu escojas una forma diferente de ver la vida. Lo único que fortalece ese vínculo tejido desde tantos años, es el respeto, que también creo es de ida y vuelta, no te pido que me ames como quiero, sino como sabes hacerlo.... no te pido que mires las cosas con la luz que yo las miro.... te amo como eres, te amo por quien eres, ojalá y me puedas amar como soy, cómo he escogido enfrentar la vida, que me ames aún cuando mi historia, sea diametralmente opuesta a la que tu viviste aunque sea la misma....sólo es que somos dos personas viendo desde diferente ángulo una misma situación, somos dos personas viviendo su vida desde la libertad de su elección... 

Hoy con un café, te invito a amar a los demás en la compasión y empatía de saber, que pase lo que pase todos al final queremos lo mismo, vivir en felicidad, hay muchos caminos, y cada quién escoge el que quiera transitar y eso no interfiere en el amor, en la amistad, en la hermandad, lo que puede interferir es el querer que los demás miren con nuestros ojos, y pretender que nos sigan queriendo aún cuando nos alejamos emocionalmente, y no estás, cuando he necesitado de tu mano para sostenerme, y eso no implica que camines mi camino, sólo es caminar el sendero acompañándonos , o que vivas a través de mis propias experiencias, sino que en experiencias similares en las que te he sostenido, me sostengas...
Hoy te invito a vivir en el amor hacia los demás.....de ida y vuelta y ¡en Libertad!







Cuando decimos adiós...

  La muerte hace que afloren nuestros peores miedos para que nos enfrentemos a ellos de una forma directa. La muerte nos ayuda a vislumbrar ...