Hoy mi despertar fue con las estrellas, y como todas mis mañanas, me hice café, me senté en mi lugar favorito, disfrutando la vista más maravillosa, que podría haber soñado al llegar a Madrid.
Enfrente
de la ventana de mi lugar especial La Cocina, lugar de
creatividad, y de artesanías al cariño (mi madre me enseñó, que a
falta de verbalizar un te quiero, puedes hacer una rica comida y
atender a esa persona desde el corazón, esa es otra forma de decir
“te amo”), veo el parque de enfrente, y veo esos árboles
maravillosos que me acompañan desde mi llegada a esta ciudad.
Y
reflexionando me pregunto ¿porque los humanos actuamos contra
natura?, veo como esos maravillosos árboles al llegar el cambio de
estación en este momento, otoño-invierno, tiran sus hojas, como si
por algún milagroso misterio supieran que es el momento de
deshacerse de lo que no pueden alimentar, de lo que ya no puede
ayudar, y se preparan, dejando ir, para recibir, lo nuevo.
Es
un canto al No apego, y pienso como nosotros nos aferramos a
todo, incluso a aquello que nos perjudica y que evita que seamos
felices, puede ser una persona, una situación, un trabajo, un
comportamiento, una emoción o relación tóxica, o simplemente
cosas, nos cuesta trabajo entender que no podemos recibir lo que el
Universo nos regala cada día, porque nuestras manos están ocupadas
en sostener lo que ya no necesitamos, lo que ya no utilizamos, o
simplemente, lo que nos mantiene presos en nuestra cárcel, hecha por
nosotros día a día. Y me viene a la mente ese ejercicio de que
aplico en mis terapias que nos cuenta; como son atrapados los monos.
Se
pone una caja con un abertura del tamaño de una mano abierta, y le
ponen una naranja, el mono llega mete su mano atrapa la naranja y se
atrapa a si mismo, pues al empuñar la naranja su mano no sale, y lo
atrapan porque se niega a soltar la naranja y me pregunto, cuales son
nuestras naranjas?, ¿es una persona?, ¿un comportamiento? ¿Una
creencia? Y si hacemos un experimento y soltamos, si nos soltamos, si
fluimos, y nos dejamos llevar por la intuición (sexto sentido en mi
cultura).
Y
si somos como esos árboles y que tiremos cada estación, para
recibir renovadas hojas en la siguiente estación, eso es
vivir!!!…..
Pues
si pusiera una cámara con disparos continuos observando los árboles,
solamente veríamos fluir la vida.
Hoy
voy a soltar muchas hojas, hoy voy a cambiar muchas creencias, hoy
decido vivir, no apegarme, avanzar mirando el frente, disfrutando
cada minuto que estoy aquí y ahora, te invito, a experimentar, te
invito a ver cada pequeño milagro que tenemos ante nuestros ojos y
no vemos quizás por el temor a comprometernos. Te invito a que vivas
hoy……… pues;
Hay
un mañana ….?