Cuando la vida exige decidir,
¿dónde pones tu corazón?...
¿dónde pones tu confianza?
Acabo de dejarte ahí... parada, diciendo adiós y me quedo con la fotografía en mi mente, de tus grande y hermosos ojos diciendo -nos vemos pronto-, deseando de alguna manera mágica venirte conmigo o quedarme contigo y así, un pedacito de corazón se queda ahí suspendido entre tiempo y espacio.
Y ese vínculo hecho desde el mismo instante que me habitaste, se hace aún más fuerte e irrompible, sólido por lo compartido; como hija-madre, mujer-mujer, o aprendiz-consejera de vida....
Sintiendo un puño frío oprimiendo mi corazón por el adiós... aquí en éste tren que pone más distancia, pero que por una ecuación incomprensible para la mente, pero verdadera para el Alma, nos acerca más y más.
Y les pido a mis cómplices invisibles que se conviertan en los tuyos también, para que te acompañen en ésta nueva etapa de vida, donde aprendes desde la madurez emocional a decir NO... en aras de la libertad aunque con ello te signifique más esfuerzos, que me hace admirarte aún más "mi hermosa mujer joven" sorprendiéndome tu fuerza interior, tu determinación ante las bifurcaciones que el camino presenta en tu andar...
A punto de llegar a donde tomaré el vuelo y "habrá más distancia", te siento aquí cerquita de mi corazón con tus abrazos atropellados que me recuerdan tanto a aquella niña vital de rizos y sonrisa inquieta, queriendo dar amor a raudales y compartir esa fuerza con la que te privilegio la vida.
Para mi eres eso; mi amada niña con una envidiable capacidad de asombro por cada sorpresa que te presenta la vida, recordando esos Robles inamovibles.... te visualizo parada ante el camino sin miedo, midiendo las aristas y los movimientos que te harán llegar a tu propósito de vida... ¡¡cuánto te quiero!! mi niña-mujer....
Hoy tomando un café en el adiós a ésta hermosa ciudad, los invito a mirar a su derredor... ¿cuántos corazones jóvenes tienen cerca? ¿a cuántos pueden fortalecer, sostener o guiar?...
Aquí terminando este año, de cierres, de adioses, de soltar; iniciando con la mejor semilla que es nuestra creatividad a partir del caos, de la oportunidad, del movimiento, quiero reconocer a estos maravillosos adultos jóvenes que siguen atrás nuestro: pisando fuerte, siendo luz en el caminar, fortalecidos cuál yunque a cada golpe de martillo.... sólo me queda agradecerles por recordarnos a nosotros los adultos el ingrediente principal de los guerreros espirituales desde su lado del corazón en acción.... LA PASIÓN...
Gracias Andrea y Alberto y toda su generación; por recordarnos ese andar por la vida, quitando del vocabulario: "no se puede", "es imposible"..... "me rindo"
Feliz cierre 2016... Bienvenido 2017¡¡¡
Los invito a vivir sin rendirnos, con posible como palabra favorita, convencidos desde el Alma: Que ¡¡SI se puede.... viviendo con Pasión!!
M. Patricia Garza A.
Terapeuta/Coach
www.unplanb.com.mx