¿Qué
eligen?
Te
dejo con tu vida
Tu
trabajo
Tus
relaciones
Con
tus puestas de sol
y
tus atardeceres
Sembrando
tu confianza
Te
dejo junto al mundo
Derrotando
imposibles
Seguros
sin seguro
Mario Benedetti
Hoy entré a casa a obscuras y al ir encendiendo luces, asumí que se siente muy grande y sola, y es que los hijos están ya haciendo su vida lejos de ella; viviendo y caminando su propio sendero, cada uno haciendo lo que les apasiona...
Y pensé en todos los momentos que he escuchado la frase "el
nido vacío" y me di cuenta que la casa se siente vacía, pero mi corazón se
siente completo, pleno y lleno de la presencia, el cariño y la felicidad que me
produce el saber que mis hijos están yendo a por sus sueños.
Realmente disfruto la soledad, y aquí (con mi esposo de viaje, lo constante
en nuestras vidas) me tumbo en mi sillón favorito, leo el libro que toca y que
me ayudará a enriquecer el taller que en éste momento imparto, con mi taza de
café y esa sensación de expectativa, ante la vida, ante lo que está por venir.
Ante las sorpresas y logros del caminar de "mis niños"
que son ya adultos pero como todo padre sabe; al mirarlos sigue viendo uno
coletas al aire y policías y bandidos correteando por ahí.... aún cuando las
hijas caminen en sendos tacones, y los hijos miren hacia abajo al hablarnos
porque ya nos rebasaron en altura.
Pensando en ellos, en los padres y en los que están por serlo, les
comparto:
Un discurso de Mauricio Meschoulam....
Termina un ciclo, se lanzan a la
vida, entre amigos, con sus oportunidades, sus dudas, sus temores, con la
tristeza del momento que se esfuma, y la ilusión del futuro que empieza. Se
quedan con sus herramientas, sus vivencias, con sus sueños y decenas de motivos
para no cumplirlos. Se quedan con su incertidumbre, su coraje y su valor por
seguir andando.
Me quedo solo de ustedes, extrañando nuestras
charlas, sus cada vez más frecuentes ideas para seguirme sorprendiendo, Aún. Me
quedo confiado, orgulloso de todo lo que han alcanzado. Cierto que están
preparados para avanzar. Me quedo con preguntas, inquietudes, con la
curiosidad de saber que elegirán ahora para sus vidas. ¿La bajada o el ascenso?
¿La prisa de la súper-vía o la pausa de la panorámica? ¿O elegirán sumarse al
mercado del pánico, la desesperanza y la desilusión por el ser humano? ¿O
elegirán trascender y transformar el relato, y un poco al mundo en el camino?
¿Elegirán encontrar mejores teorías, causas y explicaciones por las cuales van
a seguir empeorando o decidirán pagar el coto que impone marchar contracorriente,
cuesta arriba, empujando al extremo su pensamiento divergente y paralelo?
¿Elegirán la vigilia o el sueño: la tierra o el vuelo? ¿La paz de la calma o la
otra paz, la que emerge del torbellino, del sudor y la cima conquistada? ¿Elegirán
protegerse y vivir, o morir intentando?
No respondan, tampoco juzguen, nada está
escrito. Pero dejen de explorar esas preguntas, porque el arte de la vida está
en el proceso de irlas desmenuzando sobre la marcha, y de a poco, a cada paso,
decidir y asumir las inescapables consecuencias que implica hacerlo.
Mauricio Meschoulam
Y aquí desgranando las horas, cobijándome con mi soledad, dando
voz a mis emociones y poniendo alas a mis deseos, mis queridos Andrea y
Alberto, ya los echo de menos, pero amo su valentía, su compromiso consigo
mismos, la fidelidad a sus sueños y a lo que son. Amo en los adultos que se han
convertido, a esos que fui viendo surgir en nuestras charlas de madrugada
comiendo quesadillas. Y agradezco en quiénes nos hemos convertido al ser sus
padres.
Que su camino sea lleno de Bendiciones.... los amo de aquí a la
luna y de regreso..
Hoy tomando mi café y compartiendo éste sentir de un "nido
lleno" de amor en el corazón, por la dicha de un trabajo desde el alma,
con ustedes que me leen, los que son ya padres y con los que aún no lo son;
esta dicha de fraccionar el corazón en partes para cada uno de los hijos y aún
así tenerlo entero y dispuesto aguardando por las alegrías y tristezas
compartidas por esos "niños ya adultos" en la cercanía o en la
distancia... feliz día... que la vía les sea maravillosa!