"Los tres órdenes del amor en las relaciones igualitarias
son: igualdad, equilibrio y respeto"
Y no me refiero solamente a las relaciones en pareja, que también pertenecen a las relaciones igualitarias, tu me das... y yo te doy en igual o aproximada medida, y eso trae consigo la palabra equilibrio, en una balanza en el dar y recibir.
Pero es tan difícil poner en acción en nuestras propias relaciones, cuando juzgas al otro, sea tu hermano, prima, amiga, compañero de trabajo, pareja; juzgas y etiquetas, es un flojo, es una manipuladora, eres abusivo, eres interesada, si antecediéramos a ese juicio "DESDE MI PERCEPCIÓN" el mensaje sería tu verdad, y no la verdad.
Se construyen relaciones dónde se da lo mejor de cada uno y se recibe de la misma manera, y todo va fluyendo, pero en un momento inesperado, en una circunstancia puntual, en un HECHO; existen dos interpretaciones encontradas; y emitimos un juicio sobre algo de lo que dice o hace el otro (desde tu modelo mental) ese calificativo (juicio), sea positivo o negativo, al final es tu mirada y tu manera de ver las cosas; en este momento me quiero enfocar a esas relaciones que hacen agua, porque uno de los dos o los dos, deja de verse desde el respeto, la igualdad y equilibrio. Y se olvida todo lo construido y en un segundo una relación tejida amorosamente se rompe, muchas veces con opción de reparar o otras no, depende de la cantidad de arrogancia que permitamos instalarse.
Algo que dice Hal Stone, respecto a emitir juicios del otro, de interpretaciones, de mi verdad como la verdad, en realidad el juicio lo emite la voz atrás de mi Ego consciente que se siente amenazada. ¿Cuál será esa voz?
Haciendo un ejercicio sobre responsabilidad en un grupo que facilito, hablábamos de aquellas personas que de alguna manera me molestan , ya sea su presencia, su energía o un comportamiento y cómo no; apareció un juicio de una voz "el mentiroso" Cuando nos arrogamos el derecho moral de juzgar a un otro como mentiroso, la propuesta de Los Stone (padres de la psicología de las voces en Diálogo Interno) es que la voz mentirosa (que todos tenemos) aunque tus voces se alboroten y digas "yo no miento", todos lo hacemos, la diferencia es: que muchos sabemos que tenemos esa voz y conscientemente la abrazamos y le damos voz cuando la necesitamos, en pequeñas y controladas dosis homeopáticas. Otros mentimos sin ser conscientes para salvar alguna situación e inconscientemente ajusticiamos a cualquiera que intuya no me dice la verdad; pero me paso la vida juzgando la mentira en otro pero y ¿en mí? Ejemplo, cuando le miento a mis padres y en lugar de ir a estudiar me escapo con el novio, cuando le miento a mi Jefe al llegar tarde y digo que mi hijo se sentía mal, cuando miento a mis hijos, a sus preguntas si rompí reglas en mi juventud, cuando le miento a mi pareja, y le digo que tengo trabajo en la oficina y la realidad es que me voy a tomar una copa con mis amigos... y así infinidad de mentiras, que algunas veces les "llamamos mentiras blancas" o "piadosas"(¿?) sea lo que signifique esto, son verdades a medias o mentiras como si el color blanco o la piedad les quitara la carga emocional de simplemente no digo el hecho, sino mi justificación blanca o piadosamente.
Otro juicio que se interpone en relaciones igualitarias, mi primo es un interesado... ¡Claro que hay un interés! y traigo otro vez a Hellinger: las relaciones entre pares son igualitarias, esto es hacemos trueques!! tú me das amor y yo necesito amor en igual medida, tu necesitas apoyo, yo también quiero tu apoyo¡ tú necesitas ser reconocido y validado... yo lo necesito igual. Cuando viene el juicio y digo que el otro es un interesado, ahí ya trastoco los ordenes del amor, pues entonces yo quiero recibir, pero incondicionalmente y subo al otro a la escalera de autoridad (padre/o madre) !dame! Pero no me pidas a cambio porque entonces me decepciona que tu quieras algo de mi, no me quieres a mi, quieres lo que yo represento, y ahí aparecen también esas heridas que me acompañan y desde donde no puedo relacionarme ni desde la igualdad, ni desde el equilibrio, mucho menos desde el respeto, porque entonces le empiezo a cobrar al otro, lo que me quedaron a deber otros y que no tiene que ver contigo.
Las relaciones, son un arte, como propone Fred Kofman al compartirnos la filosofía estoica; Así como el arte de Vivir es gestionar con Arte la materia prima que es la Vida; en el Arte de Relacionarme de manera equitativa e igualitaria en mis relaciones horizontales; es gestionar con compasión sabia y desde la humildad el corazón y seguridad de mí mismo y del otro que somos la materia prima en las relaciones.
Hoy soy afortunada de tomarme un Café con Hal y Sidra, con Fred y con todas mis voces que me habitan.
Esas que he abrazado en este tramo de vida, y aquellas que aún permaneces en la sombra o en el baúl y que salen cuando existe una crisis, una brecha o simplemente cuando es tocada una herida aún no resuelta, y que poniendo luz desde la compasión y la sabiduría, cuando juzgo a alguien y se va; yo pierdo y el otro también.
Si el universo te mandara un aviso que en 5 minutos te mueres, ¿qué amigos, podrías ir y buscar, para agradecerles el haberte mostrado ese gran tesoro, que de haberlo trabajado, serías aquí y ahora: una mejor versión de ti mismo?
Hoy te invito a pensar sobre aquel a quien has juzgado tan duramente, demandando una perfección del SER que es tu ideal, pero que tu no eres y que en algún momento te pierdes, pidiendo y exigiendo al otro que lo sea.
Buen finde
M Patricia Garza
Coach/Facilitadora/y un SER en evolución