viernes, 26 de junio de 2020

Tomando un café con mi Sabio Interno (100 días)


Día 100 de confinamiento, si en algún momento alguien me hubiera dicho que estaría esa cantidad de días en casa, y viendo a los que amo, a través de la pantalla, diría, no me siento capaz... hasta que hubo necesidad y lo hemos hecho.

Puede sonar como locura, pero en realidad es otra forma, pues salir, correr, ir a lugares, viajar pareciera que es la única forma de vivir, pero a este punto la vida me ha presentado esta oportunidad de vivir hacia dentro, de tener ese viaje interno (el viaje del héroe) viviéndolo en pareja, con la familia a la mitad, y la otra mitad de mi familia del otro lado del planeta, es verdaderamente un momento en el que decides o sufrirlo y darle un sentido, a lo que dentro de mi lógica era desconocido.

Adentrarme en mi interior, conocer mis reacciones a todo esto: miedo incertidumbre, preguntas sin respuestas, juicios, y poco a poco el mar en calma, y la capacidad del Ser humano de encontrar un sentido y un propósito a lo vivido me ancla y me mantiene en una locura sana.

He escrito, publicado en redes, dado talleres, acompañado a personas en sesión a través de esta ventana que la tecnología nos ha traído, y esta mi generación, rendida ante el aprendizaje de comunicar y conectar desde eso que criticamos tanto en los millennials y que ahora nos ha demostrado ser de tanta utilidad tanto personal como profesionalmente.

También optamos la mayoría; por actualizarnos en cualquiera que sea nuestro hacer; pues es cómo si la más grande Universidad, Tecnológico y Biblioteca estuviera ahí contenida a un click de nosotros, y personalmente he optado por actualizarme, estudiar, evolucionar por el simple hecho, de querer acompañar a mis Coachees y Clientes con mis mejores recursos y herramientas.

¿Qué he aprendido? que nada controlo, que sólo puedo controlar con mucho trabajo personal "¿que hago con lo que está sucediendo?". Qué para seguir amando a mi pareja, es verle desde un corazón empático y compasivo, mirando que nuestras diferencias suman, y que en el tomarnos de la mano sin palabras nos hace más fuertes, que a nuestros hijos los amamos por el simple hecho de existir, estén donde sus alas los hayan llevado, que los que amamos, sin necesitar más que estar presentes  con una llamada, o un mensaje, y que al pasar el miedo y la incertidumbre, queda el amor en estado puro, y que para que siga fluyendo el amor requerimos del dar y recibir en un movimiento equitativo constante.

Que los amigos, se vuelven la familia que nos acompaña en el sendero de vida,  de regreso al hogar; tejiendo vínculos fuertes y redes de seguridad, la familia espiritual que escogemos para enriquecerte, crecer, y despedirnos.

Hoy decido compartirles mi sentir y mis reflexiones, con mi Sabio Interno viendo sobre mi hombro, susurrando a mi oído la importancia de que; en estos 100 días, he encontrado el camino hacia ese proyecto de vida que al cumplir 60 años (el 11 Marzo  e iniciando este confinamiento) en este plano, empezó a moverse dentro de mi; el anhelo de concretar y aterrizar : el trascender ,  dejar algo en cada una de las personas con las que he tenido el privilegio de coincidir, contribuir a la salud de mi árbol familiar y al árbol de la humanidad, con algo más trascendente que sólo mis anhelos personales.

Y la vida generosamente me trajo al Conejo (gracias Maxi Hiedemann) como a Alicia en el país de las maravillas... Justo invitándome a caminar el camino perfecto para lograrlo;  en este programa de CBC de Fred Kofman dónde encuentro que la filosofía de mi SER y mi HACER tienen ese punto de encuentro y de converger (hace algunos años, se me acusaba de demasiado Holística aunque yo lo llamara Integral) en la Inteligencia Colectiva; esperando por la conexión y la conexión llegó como un regalo en la apertura y la certeza que SÉ poco y que hay un mundo por APRENDER... Que los deseos personales son importantes para fijarte una meta, pero construirte, para construir un mundo mejor, es completamente RELEVANTE para ser parte de una comunidad llamada Humanidad.

Apagando mi vela número 100, y los que queden, regocijándome por el abrazo maravilloso de los que amo y me aman, y tomándonos un café desde cualquier punto del planeta;  deseando para ti y tu familia: amor, reflexión, mucha compasión sabia, pero sobretodo la conciencia que lo más valioso de Tu Ser es la contribución de tu energía a este mundo, especialmente en a esta etapa de vida.


Y Cuando ante ti se abran muchos caminos
y no sepas cuál recorrer, no te metas en
cualquiera al azar; siéntate y aguarda.
Respira...
Con la confiada profundidad que respiraste
el día que viniste al mundo, sin permitir que
nada te distraiga, aguarda y aguarda aún más...
Quédate quieto, en silencio y escucha tu corazón...
Y cuando te hable-
¡Levántate y ve a dónde él te lleve!





M. Patricia Garza Alejo
Terapeuta/Coach/Conselor



Querétaro, Mex.


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