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domingo, 4 de septiembre de 2016

Tomando un Bus para decirte ...¡TE QUIERO!...

Si extrañas... busca!
Si amas.. dilo!
Si quieres abrazar... 
!ve y abraza¡...

Compartiendo con ustedes desde el movimiento del bus que me lleva a recibir con mi pequeña viajera; y comparativamente este viaje como la vida misma, siempre yendo hacia adelante con un propósito definido porque si no, nos perderíamos o bien no sabríamos qué camino o bus tomar, con un anhelo en el corazón... o simplemente con el deseo de compartir unos minutos con una de mis personas favoritas.

Cuando programamos alguna sorpresa, existe la posibilidad de poder ser los sorprendidos.... pero aún así me mueve un motorcito llamado corazón, que me hace pasar por alto el cansancio y solamente en él; ese impulso del amor de una madre a su hija que no ha visto en 370 días.... y sólo vengo a dar ese abrazo que dice "te amo" por sobre todas las cosas.

Las opiniones pueden ser diferentes, pero mi conciencia es: que cuando quieres decir TE AMO, sólo lo dices¡¡... aun cuando eso implique tomar un autobús para lograrlo... y aquí entre  gorgoritos de un bebé a punto de dormir   y que desde ese grito de ¡ aquí estoy mundo! reclamando su presencia y su lugar... ver a ese padre amoroso arrullar a ese precioso niño inquieto y juguetón, vivo, disfrutando sus propios sonidos me parece una reafirmación de aquello que me mueve a ir al encuentro de mi preciosa hija.

Y viene a mi cabeza el recuerdo de mis hijos niños.... esos duendecillos con su personalidad definida, con sus besos húmedos y su abrazo queriendo contener todo el mundo en su corazón, y como nosotros los padres disfrutamos  cada etapa de vida.... este padre específicamente a mi lado teniendo en sus brazos su mayor tesoro, recordando ese sentimiento de plenitud en el pecho, que demasiadas veces se desborda en la expresión del amor incondicional de la mayoría de padres hacia sus hijos.... y disfruto el escribir  y dar voz a esa expresión del amor en el tratar de compartir ESO que no se puede definir, pero que me mueve de mi rutina y comodidad a estar aquí con una emoción indescriptible viendo pasar la vida y el tiempo por la ventanilla e imaginar cómo corre todo en sentido contrario; cerros, nubes, aire... tiempo confabulándose para dar esa sorpresa inesperada a esa hermosa mujer joven al salir por la puerta de embarque y ver el amor de familia representada en mi persona, ahí para ella, mi abrazo que lleva la energía de todos los abrazos no dados en alegrías y tristezas y en el decir sin palabras lo que te amo... y sólo he venido a decirlo. Aunque después cada una sigue a lo que sigue, pero la satisfacción de disfrutar esos momentos ¡¡no tiene precio!!

Y hoy en esa alegría del compartir, del hacer patente que otra persona es más importante para mi,  que yo misma....

Te pregunto ¿cuántas veces has dejado de hacer eso que tu Alma te pide que hagas, porque te convencen que es una tontería, un despropósito o simplemente algo exagerado... o "consientes demasiado" o das "de más"? ¿Cuántas veces has dejado de decir "te quiero" por pena o vergüenza, apatía o simplemente porque  conjeturas o piensas por los demás...? 

Te invito a sorprender a los que amas, en la espontaneidad desde la simplicidad del corazón, te muevas y abraces, sorprendas, expreses, o simplemente recibas en tus brazos aunque sea por un instante a esa persona tan querida dándole la  bienvenida a tu corazón...

Hoy tomando un café haciendo malabares para no derramarlo en el movimiento de este bus, con mi corazón latiendo en la sintonía del Universo en armonía con mi libertad de decidir... 

Simplemente no guardo el amor,  que así se achica y muere... sabiendo que sólo crece y vive;  compartiéndolo...

Feliz viaje, Feliz finde... Feliz vida...

Patricia Garza A.
Terapeuta/Coach
www.unplanb.pg@gmail.com



sábado, 6 de febrero de 2016

Te Extraño...




Con el paso del tiempo, mis hijos descubrirán que tengo
muchos defectos y, si tengo suerte, me perdonarán algunos.
Sabio y cínico, el tiempo traerá consigo el olvido. Olvidarán, aunque
yo no lo haré. Las cosquillas y los “corre, corre”, los besos en los párpados
y los llantos que de repente paran con un abrazo.

Los viajes y los juegos, las caminatas y la fiebre alta.
Los bailes, las tartas, las caricias mientras dormimos despacio. Mis hijos
olvidarán que les he amamantado, mecidos durante horas, llevado
en brazos y de la mano. Que les he dado de comer y consolado,
levantando después de cien caídas. Olvidarán que han dormido sobre
mi pecho de día y de noche, que hubo un tiempo en que me han
necesitado tanto, como el aire que respiran.

Olvidarán, porqué esto es lo que hacen los hijos, porque esto es
lo que el tiempo elige. Y yo, tendré que aprender a recordarlo todo también
para ellos, con ternura y sin arrepentimiento.... ¡gratuitamente! Y que
el tiempo, astuto e indiferente, sea amable con esta madre
........que no quiere olvidar.....
 (unamammagreen.com)


¿Han sentido esa sensación de vacío en el Alma?.... acabo de hablar con mi preciosa viajera, y verla ahí charlando de sus preocupaciones, alegría y logros... y ese hilo invisible,  a través del tiempo y la distancia. Pero al cerrar la pantalla ese vacío enorme, ese querer estar allá y acá.

Que difícil cuando la familia está en diferentes lugares, el amor sigue intacto, pero el corazón late a una velocidad diferente como congelado, queriendo que ese abrazo dado a la pantalla traspase hasta hacerle sentir ese calor de la madre. Y al mismo tiempo sentir su calor, esa niña convertida en mujer, aquella pequeña con esa sonrisa contagiosa, que sigue estando en el Alma, ocupando un gran pedazo de ese fraccionado corazón.

Algunas veces viajo hasta aquella hermosa ciudad a sentarme al lado de su cama, viendo su dormir y acompañando su soñar. Deseando cada momento ser el Hada madrina, el ángel guardián, esa fortaleza, esa muralla que la protegerá de dolores, de desengaños, pero sin poderlo ser, sólo conformarme con ser soporte, apoyo, fan incondicional. Sabiendo que pase lo que pase estaré ahí siempre con el corazón dispuesto.

Y otras simplemente le doy voz a mi corazón en la plegaria diaria, de que todo este bien, en felicidad y que los esfuerzos de cada joven que inicia su transitar por el camino de la vida adulta sea considerado por su esfuerzo, consistencia y deseos de hacer todo al 100%.... deseando de todo corazón que nuestro amor de padres sea suficiente escalón para tomar vuelo y remonten por los cielos ..... tras esos, sus sueños....... y estar con nuestro amor, apoyo y cariño entretejidos como red, por cualquier aterrizaje forzoso.

Hoy tomando un café, sintiendo ese mi corazón con sentimientos encontrados, donde la añoranza del contacto físico, del beso robado, del abrazo como danza de dos corazones, se impone como bálsamo confortándome......y el sentimiento de la alegría, de la sonrisa, por el brillo de los ojos de mis queridos jóvenes adultos, por estar viviendo con pasión sus sueños.... les comparto la alegría veteada de añoranza y envuelta en el amor incondicional, por aquellos que han ido a por sus sueños..... mis queridos hijos....que habitan por siempre en mi corazón.... que tengan un feliz día..... una feliz vida!!!!

M Patricia Garza







viernes, 21 de agosto de 2015

La mujer más hermosa de mi vida...

"Eres la mujer mas bella de mi mundo, eres mi Hada, mi ángel esa
persona que hace milagros para mi cada día con una varita mágica llamada AMOR."
                                                                                                                     Patricia Garza

Hoy regresando de nuestras vacaciones maravillosas, después de tirarme al sol, y tirarme una gran cantidad de pasos, visitando toda nuestra cultura de la cual me enorgullezco y soy parte.
Hemos pasado unos días fantásticos, con charlas interminables, comidas deliciosas, “crisis del tercer día” donde las decisiones entre cuatro son del todo difícil pero que prevaleciendo el amor, y la comprensión todos cedemos y simplemente nos damos cuenta que lo importantes es estar juntos y ponernos al día, de nuestros sentimientos, y nuestros logros, después de tiempo de no vernos.
Y para mi específicamente, es ver en mi hija; a  la Patricia de 25 años, que sin estar consciente de que las cosas son así porque así tienen que ser, veo como fui, y ella Obvio ve lo que será....
Y en la amabilidad del amor,  le digo lo hermosa que esta.... y ella me contesta lo que me ha extrañado, sin meterse mucho en cuestiones de físico, sólo su felicitación hacia mi esfuerzo de kilos bajados.
Pero me encuentro con este clarificante escrito que mi hermosa Denis compartió en su muro, y fue como si, se me diera la herramienta exacta para compartir lo que viví cuando viendo a mi hija en bañador y ver una hermosa mujer, es como si asomaras a la ventana del pasado y me viera a mi misma en esa edad y con ese cuerpo fuerte y musculoso que da el ejercicio y el estar pendiente de mi imagen.... Se los comparto, y compartan con aquellas amigas, tías, primas, que sólo están esperando por tener los medios e irse a reconstruir y querer verse de 25 teniendo 50.... ojalá les guste tanto como a mi...

Querida mamá,
Yo tenía siete años cuando descubrí que eras gorda, fea y horrible. Hasta ese momento creía que eras preciosa, en cada sentido de la palabra. Recuerdo ponerme a mirar viejos álbumes y verte en fotos posando en la cubierta de un barco. Tu bañador blanco sin tiras era tan glamuroso, como si fuera el de una estrella de película. Cuando tenía la oportunidad sacaba ese bañador blanco que tenías bien escondido en el fondo del armario y me imaginaba con él cuando fuera más mayor y pudiera ponérmelo, cuando fuera como tú.
Pero todo cambió la noche en la que nos vestíamos para una fiesta y me dijiste, “mírate, tan flaca, guapa y encantadora. Y mírame a mí, gorda, fea y horrible”. Al principio no entendía a qué te referías. “No estás gorda”, te dije seria e inocentemente, y tú me respondiste: “sí cariño. Siempre he sido gorda, incluso cuando era una niña.”
En los siguientes días tuve algunas revelaciones dolorosas que han cambiado toda mi vida. Aprendí que:

Debes estar gorda porque las madres no mienten. Estar gorda significa estar fea y horrible. Cuando crezca seré como tú y eso significará que seré gorda, fea y horrible.
Años más tarde miré hacia atrás a esta conversación y a las cientos de ellas que tuvimos después y que te maldijeron por no sentirte atractiva, segura y con valor. Porque, como mi primer y más influenciable modelo, me enseñaste a que creyera lo mismo sobre mí.
Con cada mueca cada vez que te mirabas en el espejo, con cada maravillosa dieta que iba a cambiar tu vida y con cada cucharada culpable de “realmente no debería”, aprendí que las mujeres tendrían que ser flacas para ser dignas y respetables. Las chicas deberán vivir así porque su gran contribución al mundo es su belleza física.
Al igual que tú, yo llevo toda mi vida sintiéndome gorda. ¿Cuándo se convirtió el estar gorda en un sentimiento? Y porque creía que estaba gorda, supe también que no valía nada.
Pero ahora que soy mayor y que también soy madre sé que culparte por odiar a mi cuerpo no ayuda y es injusto. Ahora entiendo que tú fuiste producto de una gran generación de mujeres a las que les enseñaron a detestarse.
Mira el ejemplo que te dio Nanna. A pesar de ser lo que se podría describir como una elegante fashion victim, ella se puso a dieta cada día de su vida hasta que se murió con setenta y nueve años. Solía ponerse maquillaje para recoger el correo por miedo a que alguien le viera la cara sin maquillar.
Recuerdo su respuesta compasiva cuando dijiste que papá te había dejado por otra mujer. Su primer comentario fue, “no entiendo por qué te ha dejado. Te cuidas, usas pintalabios. Tienes sobrepeso, pero no tanto”.
Antes de irse, papá tampoco calmaba el tormento que sentías por la imagen de tu cuerpo.
“Por favor, Jan”, le escuchaba decirte. “No es tan complicado. La energía interna contra la energía externa. Si quieres perder peso solo tienes que comer menos”.
Aquella noche durante la cena te vi poner en marcha aquella cura para perder peso que dijo papá sobre “energía interna, energía externa: por Dios, Jan, tan solo come menos”. Te serviste tallarines chinos. (¿Recuerdas como en los suburbios australianos de 1980 la combinación de carne picada, col y salsa de soja se consideraba lo mejor de la alta cocina exótica?) El resto de la comida estaba en los platos de los demás. Tú te serviste tus tallarines chinos en un plato pequeño.
Mientras te sentabas en frente de esa patética cucharada de carne picada, las lágrimas silenciosas corrían por tu cara. Yo no decía nada. Ni siquiera cuando tus hombros empezaron a agitarse por la angustia. Nadie te consoló. Nadie te dijo que dejaras de ser ridícula y que te pusieras un buen plato de comida. Nadie te dijo que te quería ni que eras lo suficientemente buena. Tus logros y tu valor, siendo profesora de niños con necesidades especiales y madre de tres hijos, fueron considerados insignificantes comparado con los centímetros de cintura que no podías perder.
Se me rompió el corazón al verte perder la esperanza y siento de verdad no haber ido en tu defensa. Ya había aprendido que era culpa tuya estar gorda. Incluso había escuchado a papá describir perder peso como un proceso “simple” al que todavía no podías enfrentarte. La lección: no merecías comida ni tampoco merecías compasión.
Pero me equivoqué, mamá. Ahora entiendo lo que se siente al crecer en una sociedad que le dice a la mujer que lo que realmente importa es la belleza, y que al mismo tiempo define un patrón de belleza que está completamente fuera de alcance. También conozco el dolor de interiorizar esos mensajes. Nos hemos convertido en nuestros propios carceleros e imponemos nuestro propio castigo por fallar para estar a la altura. Nadie es más cruel de lo que lo somos con nosotros mismos.
Pero esta locura tiene que acabar, mamá. Acabó contigo, acabó conmigo y acaba ahora. Nos merecemos algo mejor, mejor que pasarnos el día amargadas por pensamientos negativos sobre nuestro cuerpo deseando que fuera otro.
Y no se trata tan solo de ti y de mí. También está Violet. Tu nieta tan solo tiene tres años y yo no quiero que odie su cuerpo y que eso le lleve a suprimir su felicidad, su seguridad y su potencial. No quiero que Violet crea que su belleza es el valor más importante y que esta por lo tanto va a determinar cuánto vale. Cuando Violet nos observe para aprender a ser una mujer, necesitamos ser los mejores ejemplos. Necesitamos mostrarle con palabras y acciones que la mujer es lo suficientemente buena siendo simplemente como es. Y para que ella nos crea, tenemos que creer en nosotras.
Cuanto más mayores nos hacemos, a más gente amada perdemos por accidentes y enfermedades. Sus muertes siempre son trágicas y demasiado pronto. A veces pienso sobre lo que esos amigos y las personas que los querían hubiesen dado por permanecer más tiempo en un cuerpo sano. Un cuerpo que les hubiera permitido vivir un poco más. El tamaño de tus muslos o las líneas de tu rostro no importarían. Lo importante sería estar vivo y eso sería perfecto.
Tu cuerpo también es perfecto. Te permite aplacar una habitación con tu sonrisa e infectar a todos con tu risa. Te da brazos para abrazar a Violet y apretujarla hasta que ella empiece a reírse. Cada momento que pasamos preocupándonos por nuestros “defectos” físicos es un momento malgastado, una porción de vida preciosa que nunca tendremos de vuelta.
Permitámonos honrar y respetar nuestros cuerpos por lo que hacen y no por lo que son. Centrémonos en tener una vida saludable y activa, dejemos que nuestro peso caiga donde tenga que caer y mandemos nuestro cuerpo odiado en el pasado a donde pertenezca. Cuando de pequeña miraba aquella foto tuya con el bañador blanco, mis ojos inocentes de niña veían la verdad. Veían amor incondicional, belleza y sabiduría. Veían a mi madre.
(Kasey Edwards)

Hoy tomando un café con mis hermanas espirituales, amigas a las que adoro y veo preciosas, sin importarme lo que la báscula diga, te invito a disfrutar QUIENES somos, y no COMO deberíamos vernos para ser validadas y aceptadas, hoy te invito a hacer una lista de todos los beneficios que como mujer, tía, abuela, hermana, amiga, maestra, mentora o sea lo que signifique tu vida, ERES.... sin imágenes ni estereotipos, ni tallas Cero.... hoy sólo te pido que te ames, y escuches lo que de ti misma dices, o si eres hombre, lo que dices a las mujeres que amas, hoy te invito a poner tu CORAZÓN en la báscula, no tu CUERPO.... ¿Qué es lo realmente importante?....

Feliz día.... feliz finde... feliz vida!!!

Cuando decimos adiós...

  La muerte hace que afloren nuestros peores miedos para que nos enfrentemos a ellos de una forma directa. La muerte nos ayuda a vislumbrar ...